Creo que muchas personas estamos de acuerdo que, si pasamos por Europa, París es y siempre será una ciudad clave en la lista de “Los Lugares que Debemos Conocer Antes de Morir”. Y aunque quizás para los europeos sea un cliché, para los demás habitantes del mundo es una de las experiencias más importantes al llegar al Viejo Continente.
Recorriendo París
París es algo más que un punto al que debemos solo viajar. La capital francesa se debe sentir con el alma y el corazón, se deben oír las historias en sus paredes y sentir el pálpito de las voces del pasado agitarse entre sus calles, avenidas, parques y veredas. Por eso, si me preguntan si París es una ciudad en la que baste solo un día, creo que la respuesta es más que obvia: no. Casi ninguna ciudad del mundo puede conocerse en ese tiempo, pero si solo se cuenta con la tan mezquina atadura del reloj sí podemos visitar algunos puntos básicos en los que un par de fotos no vienen mal.
Cuando viajamos a París contábamos con el tiempo justo para todo. Tan es así que terminamos almorzando frente a la hermosa Torre Eiffel para agilizar los tiempos.
París es enorme, por tanto el uso de transporte es esencial, caminar demasiado si bien es sano, no termina de ser productivo si se busca ahorrar cada segundo. Para ello, usamos un tren rumbo a Versailles. Y aquí viene el primer punto. Una vez en el gran palacio de Versailles solo su majestuosidad e imponente tamaño te harán preguntarte de todo, pero mientras las manejillas avanzan solo te dará tiempo para tomarte una foto y apreciar por unos minutos la inmensidad del recinto. En condiciones normales, es decir, sin pandemia, la fila para ingresar es tan larga que jamás verás su inicio ni tampoco su final.
Mil veces París
Regresamos a París, vuelves a toparte con la vista de la ciudad cobrando vida a cada tramo al que el tren te ha conducido, de nuevo al ritmo de vida rápido y rudo de la ciudad del amor. Otra vez te conducirías entre diferentes calles hasta llegar al Arco de Triunfo. Algunas fotografías en dicho ovalo vehicular te motivarán a seguir explorando el trecho largo hacia los Campos Elíseos. Luego de recorrer bajo la sombra de sus grandes árboles, verás La Plaza de la Concordia y así habrás logrado visitar 3 puntos clave, además de la avenida más popular del mundo en solo unas horas de paseo.
Intenta recuperar el aliento y respira. La ciudad aún espera tus pasos para que la descubras y mientras tanto, puedes admirar las estatuas que allí encontrarás. Puedes decidir tu próximo punto con el WIFI libre de Francia. Si llegas a París de algún lugar no europeo el tener internet en cualquier sitio es un buen punto a considerar para moverte con mas
Google Maps puede ayudarte a fijar otros puntos entre los cuáles puedes considerar como, por ejemplo, el Museo de Louvre, el museo nacional de Francia que ha sido consagrado a las bellas artes como arqueología y artes decorativas anteriores al impresionismo. Volveremos al triste dilema que nos pasó en Versalles, ya que la afluencia de gente no nos permitiría ingresar es complicado, pero ten por seguro que te encantará tener una foto para tu álbum de la tradicional pirámide de vidrios que se encuentran en el exterior.
Acabamos el recorrido
Luego, dirígete a la Torre Eiffel. Sin duda es el mejor lugar para emplear más tiempo. La mística de París se encuentra en ella. Desde el frente, pasando por las aguas del famoso Sena, en el Trocadero, podrás tomarte las fotografías más bellas de todas. La Torre le dará esa majestuosidad e imponente fuerza que caracteriza a la ciudad y a los parisinos. Y finalmente, casi de ida a la estación de buses podrías optar por darte una vuelta por la Catedral de Notre Dame y ver como los últimos rayos del sol caen sobre su estructura alterada por el reciente incendio que destruyó parte de esta.
Así habrás culminado un recorrido de 9 a 10 lugares turísticos, pero si aún te queda tiempo otros lugares como La Basílica de Sacré Coeur, El Museo de Orsey, Montmartre, el Jardín de las Tullerías, la Plaza de la Bastilla, que quizás verás en tu recorrido, entre otras, podrían incorporarse a tu álbum de fotos.
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