Independizarse no es como te lo pintan en las películas. No es el cuento de hadas que se te pasa por la cabeza cuando eres adolescente. No. Independizarse no es un juego. Es una triste advertencia de que la vida está por pasar cada vez más deprisa y con curiosas señales que te indicarán en lo que te vas a convertir en el mañana.
Decidí independizarme a los 27 años. Fue una decisión tomada por el impulso, el desamor y la triste sensación de que en mi país, por mucho que intentara, las cosas no iban a cambiar. Hoy, a un año de haber tomado esa decisión, y a pesar de los problemas que nunca faltan, no me arrepiento.
España jamás se me había pasado por la cabeza. Aunque muchos de mis colegas y amistades llegaban a este país para realizar una maestría o trasladarse, yo aspiraba a Bélgica o Países Bajos. Sin embargo, en mayo de 2021, una situación cambió mis planes y, en el arrebato de la desesperanza, le comuniqué a mis padres que me iba.
En muchas oportunidades intentaron que desistiera. A su parecer estaba loca y creían que aún no era el momento. No obstante, cuando vieron mi determinación en conseguir el billete de avión y la bolsa de viaje decidieron apoyarme. Viajé un 19 de mayo y llegué con dos maletas llenas de sueños, alivio, esperanza, y entusiasmo. Pero también con mucha ingenuidad e inseguridad de lo que me deparaba la vida. El mundo era realmente muy distinto a lo que pensaba.
Durante este último año he vivido la reactivación económica de una ciudad golpeada por la pandemia, el inicio de una guerra y el posible camino a una recesión en medio de un despido. Nada fácil para quien empieza el camino de su propia vida, ¿verdad? Y, aunque la suculenta idea de regresar ronda por el ambiente, tengo claro que he tenido una vida no muy fácil y, ciertamente, no vale de nada ningún esfuerzo si no hubo dificultad de por medio. He decidido seguir luchando.
En estos 12 meses aprendí algunas lecciones importantes que quiero compartir y que ojalá le sirva a alguien en algún momento.
1. Un día improductivo se convierte en un año improductivo
Muévete. Aunque no tengas más que hacer búscate cualquier cosa que te resulte beneficiosa aunque sea en el largo plazo. Estudia, practica algún deporte, baila, pinta. Pero, sobre todo, haz.
2. El tener talento está sobrevalorado
No sirve de nada ser un erudito, tener 100 certificaciones y títulos, o ser el mejor en tu área de trabajo, sino tienes valores que demuestren tu calidad como ser humano.
3. Dar un paseo jamás es una pérdida de tiempo
Te ayudará a aclarar tus ideas. Pasear por donde te plazca, y que te permita reflexionar y ponerle una pausa a tu vida para analizarla, siempre viene bien.
4. Las buenas relaciones no te alejan de tus objetivos personales
Un buen amigo, una buena pareja o un gran colega siempre te va a respaldar. Estas personas te ayudarán a que alcances tus metas y lejos de distraerte o desanimarte, te ayudarán a que las cumplas.
5. La gente se decepciona contigo cuando no puede manipularte
Hay algunas personas que al no lograr que hagas lo que ellos quieren o que te comportes de una determinada forma, dicen decepcionarse de ti y buscarán hacerte sentir culpable a toda costa. Ese tipo de personas no tienen ni el más mínimo respeto por lo que eres.
6. Comienzas a conocer gente interesante cuando te conviertes en alguien interesante
A medida que creces como persona y como profesional, las personas a tu alrededor y tu entorno irán cambiando. Si tú creces, tu entorno lo hará también.
7. Cuanto más listo eres, menos te ofenden las cosas
Habrá personas que buscarán restar importancia a las cosas que haces o que logras. Algunos buscarán ofenderte, enojarte o agobiarte, y si lo logran, habrán ganado. No permitas que te distraigan de lo verdaderamente importante.
8. El tiempo es la respuesta a las dificultades
A veces pensamos que si hubiésemos sabido esto o aquello hace algunos años atrás seguramente hubiésemos alcanzado más rápido el punto en el que nos encontramos ahora y, lo cierto es que, es gracias al camino que hemos transitado, a las dificultades que hemos atravesado, que hemos obtenido ese conocimiento, y tiene el doble de mérito.
9. La verdadera libertad conlleva responsabilidad
Haz lo que quieras, pero recuerda que cada acción que llevamos a cabo tiene una reacción, un resultado. En la vida, hay que hacernos cargo de los resultados, sean buenos o malos. Tampoco olvides que tu libertad termina en donde empieza la libertad del otro.
10. Fallar es humano
Quien sea perfecto, que lance la primera piedra. Por supuesto, nadie lo hará. Errar es lo más normal del mundo y si alguien pretende lo contrario pregúntale si está viviendo en aquí o en Marte.
11. El tiempo siempre está, pero para la mayoría de cosas, no existe
Haz tiempo para las cosas que realmente importan. Nos quejamos que no tenemos tiempo para nada y cuando lo tenemos no sabemos aprovecharlo en las cosas más importantes.
12. Al final, el tiempo se encarga de decirte quién es quién
Nunca sabremos las verdaderas intenciones de las personas hasta que los hechos y las circunstancias te lo demuestren. Por duro que parezca, es mejor ser precavido y conocer bien a las personas antes de abrirnos por completo.
Espero haber contribuido en algo en la vida de quienes están empezando como yo. Nadie dijo que esta iba a ser fácil, ¿verdad?
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