«La vuelta al mundo en 80 días» de Julio Verne es una obra literaria que cautiva desde la primera línea. Publicada en 1873, esta novela de aventuras nos transporta a una época en la que el mundo parecía más grande y misterioso.
El protagonista de esta historia es Phileas Fogg, un hombre de costumbres inquebrantables que decide aceptar un desafío impensado: dar la vuelta al mundo en solo 80 días. Acompañado por su fiel sirviente Passepartout, ambos se embarcan en una increíble travesía llena de peligros, obstáculos y sorpresas.
A través de una narrativa ágil y repleta de acción, Verne logra atrapar al lector en cada página. Sus descripciones detalladas nos permiten visualizar los lugares exóticos que visitan los personajes, desde Londres hasta Bombay, pasando por Suez, Hong Kong y San Francisco, entre otros destinos.
Uno de los mayores aciertos de la novela es la creación de personajes inolvidables. Phileas Fogg, con su frialdad y dedicación a cumplir su objetivo, se convierte en una figura enigmática y al mismo tiempo admirada. Passepartout, en cambio, aporta el aura cómico y la frescura a la historia, convirtiéndose en un contraste perfecto con su amo.
Además de la trama principal, Verne aprovecha para reflexionar sobre la importancia del tiempo y la búsqueda de desafíos en la vida. El autor nos muestra cómo la dedicación y la confianza pueden llevarnos más lejos de lo que imaginamos, sin importar los obstáculos que se nos presenten en el camino.
«La vuelta al mundo en 80 días» es una novela que ha resistido la prueba del tiempo y sigue siendo un referente en la literatura de aventuras. Es una obra que combina entretenimiento, emoción y reflexión de manera magistral, transportándonos a un viaje inolvidable por diferentes culturas y paisajes.
Recomendaría esta novela a cualquier amante de las historias emocionantes y los personajes bien construidos.
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